Óscar y Andrea caminaron hacia la catedral. Su
imponente figura era como un gigante de tiempos remotos mirando a la ciudad y a sus gentes,
resistiéndose a todos los avances del mundo moderno.
Imponente : Imposant
Resistirse : Sich weigern
Andrea estaba nerviosa. Seguía a Óscar, quien se abría paso con los brazos entre la muchedumbre. Podía ver el vapor de su respiración. Era un hombre grande, corpulento, quizás algo
rechoncho.
Rechoncho : Pummelig
“Por aquí”, señaló el hombre, dirigiéndose a la puerta
principal de la catedral.
Principal : Haupt...
Tan rápido como pudo, sacó las llaves de su bolsillo, abrió el portón, estiró a Andrea hacia dentro y cerró la puerta
tras de sí.
... tras de sí : ... hinter ihm
Andrea se imaginó los titulares de los periódicos del día siguiente;
“Chica encontrada muerta sobre el altar de la catedral”
Sintió un escalofrío.
Quiso salir, volver a la calle donde había gente, donde estaba la luz, pero Óscar ya había cerrado la puerta por dentro. Óscar
respiraba excitado, como si acabara de cazar un animal. Ella luchaba para
ocultar sus nervios.
Respirar : Atmen
Ocultar : Verstecken
“Ya estamos aquí, ¡lo hemos conseguido!”, dijo girando la cabeza hacia Andrea. Aquel hombre era en verdad enorme. “Creo que nadie nos ha visto”, sonrió. Ella pudo ver sus grandes dientes blancos saliendo de la oscuridad, hablándole.
El
interior del edificio estaba completamente a oscuras. Solo la luz exterior de la ciudad entraba, filtrándose por sus vidrieras y pintando el interior de colores muertos.
Interior : Innere
Las palabras de Óscar resonaban por todas sus cámaras, como si fuera la voz de un demonio.
“Ven”, dijo el hombre, caminando
hacia el altar por el pasillo central. Andrea se quedó helada.
Hacia : in Richtung zu
Podía ver el altar blanco, pequeño y muy muy lejos, al otro lado de aquel templo inmenso,
flotando sobre aquel millón de bancos vacíos.
Flotar : Schweben
Andrea miró la puerta de nuevo. Recordó que estaba cerrada con llave. Supo que no podía irse. Luego se giró y siguió a Óscar.
Sus pasos resonaban en las cúpulas del edificio. Se sintió indefensa. Las figuras de las paredes eran
espectros que la miraban, esperando a que cerrara los ojos para moverse y caer sobre ella. Miró rápidamente a su espalda. No había nadie. Sólo la puerta cerrada con llave, ya bastante lejos.
Espectro : Gespenst
Al llegar al altar, Óscar giró a la derecha y se metió en uno de los pasajes laterales, desapareciendo entre las columnas. El sonido de sus pasos desapareció con él. Era como si se hubiera
escondido en algún rincón para esperar a que ella pasara.
Andrea se detuvo. El silencio era absoluto allí.
Esconderse : Sich verstecken
“Ven Andrea, por aquí”, resonó la voz de Óscar en la oscuridad.
Al pasar el altar vio una escalera que bajaba. Abajo había luz. Óscar debía estar allí. Mientras las bajaba, oyó el ruido de una puerta metálica abriéndose.
“Ya casi hemos llegado”, salió el hombre de una de las cámaras del sótano. Era una zona
habilitada para los turistas, con focos y carteles explicativos de la historia del edificio.
Habilitado : Eingerichtet
Bajo aquellas luces, aquel hombre ya no parecía peligroso, solo algo raro.
“Te voy a enseñar algo que nunca nadie ha visto”, sonrió.
Anduvieron hasta una cámara que antiguamente había sido utilizada como cocina por los trabajadores que construían la catedral. Había un horno de metal
empotrado en la pared. Óscar lo había abierto. Era un horno de acero colado muy antiguo.
Empotrado : Eingebaut
Su puerta era muy gruesa, y se abría y cerraba con una pesada
barra de hierro.
barra : Stange
“¿Por qué has abierto ese horno?”, preguntó la chica.
“Vamos a tener que entrar en él”, respondió el hombre con una sonrisa demente en los labios.