El policía más alto la
atravesaba con sus ojos claros mientras le hacía toda clase de preguntas. El otro preguntaba a los desconocidos que los rodeaban si habían visto algo.
Atravesar : Aufspießen
Andrea no dejaba de llorar. Ella quería contarles la verdad. Quería explicarles que un extraño la había llevado a las catacumbas de la catedral y había intentado matarla, pero sabía que Penélope no quería que nadie descubriera el lugar en el que descansaban sus restos mortales. Las catacumbas de la catedral debían seguir siendo un secreto.
“¿Está herida?”, le preguntó el policía. Andrea negó con la cabeza. Parecía un buen hombre. Quizás si se lo contaba todo él sabría qué hacer. Tal vez fuera mejor quitarse ese peso y dejar que otros
cargaran con aquellas cosas tan horribles que habían pasado.
Cargar con : Tragen
Pero cuando estaba a punto de empezar a explicárselo todo al policía, vio como una figura negra y delgada salía de la catedral y se encaminaba hacia ellos. Era Penélope. Su falda
derretía la nieve a su paso. Cada vez se acercaba más rápido, hasta el punto que pareció que corría.
Derretir : Schmelzen
“Me han
envenenado. Por favor, llévenme a un hospital”, mintió Andrea, poniéndose a llorar otra vez. Podía verle la cara a Penélope. Era un acara monstruosa.
Envenenar : Vergiften
“La ambulancia ya está de camino. La hemos llamado en cuanto te hemos visto. Tranquilízate y dinos qué te han dado, ¿qué has tomado?”.
Andrea cayó de rodillas y fingió estar a punto de vomitar.
En realidad no tenía ni idea de con qué se podía envenenar a alguien. Se esforzó en recordar el nombre de algún veneno que hubiera oído en alguna serie de televisión, pero nada le venía a la cabeza.
“Los médicos de la ambulancia nos lo van a preguntar. ¡Dinos que te han hecho tomar!”, dijo el policía en voz alta para que Andrea le pudiera oír pese al ruido de las
arcadas.
La ambulancia llegó en pocos segundos y los médicos se le echaron encima acosándola con preguntas que Andrea no escuchaba.
Arcadas : Magenkrampf
Su atención estaba fija en Penélope, con su cara monstruosa llena de dientes observándola con una
mueca carnívora, paseando entre la multitud. Nadie parecía prestar atención a su cara horrible exhalando vaho justo a sus espaldas.
Mueca : Grimasse
“Tranquila niña. Ya ha pasado todo. Nos vemos en el hospital. Abriremos paso a la ambulancia para que llegues lo antes posible”, le susurró el policía, acompañándola al lado de la
camilla.
“Gracias”, contestó Andrea antes de que cerraran las puertas de la ambulancia. Penélope estaba justo detrás de él.
Camilla : Tragbahre
En su boca abierta colgaban largos dientes descolocados y húmedos como las estalagmitas de una cueva.
La ambulancia se puso en marcha y los médicos empezaron a hacerle toda clase de pruebas y preguntas. Andrea podía oír tanto las sirenas del coche de policía como las de la propia ambulancia en la que estaba.
No mucho después de
partir, los médicos se distrajeron un segundo con un aparato de la ambulancia que no parecía funcionar correctamente.
Partir : Abfahren
Aprovechando la
distracción, Andrea se levantó de la camilla, abrió la puerta de la ambulancia en marcha y saltó a la carretera sin pensárselo dos veces.
Distracción : Ablenkung
El golpe contra el
asfalto fue brutal y dio muchas vueltas sobre sí misma hasta chocar con un montón de nieve.
Asfalto : Asphalt
Oyó como el coche que venía detrás frenaba en seco y
derrapaba sobre el asfalto helado hacia ella. Los que venían detrás de él también derraparon y oyó como chocaban entre ellos.
Derrapar : Schleudern
Una rueda pasó por encima de su mano. Andrea gritó y se arrastró hasta la
cuneta. Se miró la mano que media hora antes sostenía el martillo de artesano. La movió.
Cuneta : Straßengraben
No estaba rota. La mano estaba completamente plana cuando el coche pasó por encima. No le había roto ningún hueso.
Entonces oyó como la ambulancia también se detenía. Andrea se levantó. Uno de los coches que habían frenado también estaba en la cuneta y otro, al otro lado de la carretera, ardía. Los médicos salieron de la ambulancia y corrieron hacia donde estaba.
“¡¿Estás completamente loca?!”, le gritó un hombre calvo y muy gordo con media cara ensangrentada. Era el conductor del coche que casi la había
atropellado. Caminaba hacia ella muy enfadado. El coche de policía, mucho más adelante, también se detuvo. Andrea se puso acorrer huyendo de aquel lugar.
Atropellar : . Überfahren